La masculinización de la programación

Abril 2020

Por Jacqueline Cecchini

En la actualidad, el mundo de la programación está habitado principalmente por hombres. Sin embargo, en sus inicios (~1800), quienes lo operaban eran mujeres. La tarea de programar era considerada como femenina para el pensamiento de esa época: no se requerían estudios universitarios (todavía no existía la carrera) y era una tarea mecánica. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte del personal de Bletchley Park (una instalación militar localizada en Buckinghamshire, Inglaterra, en la que se realizaron los trabajos de descifrado de códigos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial) eran mujeres.


El historiador William Mc. Neill (2015), para justificar esto, explica que “se consideraba que los dedos delgados se adaptaban fácilmente al uso de estas máquinas”. Al margen de la forma de sus dedos, la primera persona en escribir un algoritmo completo fue Ada Lovelace, durante el 1842, y hoy es considerada la primera programadora de la historia. Ella se propuso traducir un artículo del italiano Luigi Menabrea acerca la máquina analítica de Babbage, un diseño de una computadora moderna. Ada agregó al artículo un conjunto de Notas. Las Notas fueron etiquetadas alfabéticamente de la A a la G. La nota G estaba dedicada al cálculo de los números de Bernoulli; en este apartado Ada describe con detalle las operaciones mediante las cuales las tarjetas perforadas "tejerían" una secuencia de números en la máquina analítica. Este código está considerado como el primer algoritmo específicamente diseñado para ser ejecutado por un ordenador, aunque nunca fue probado ya que la máquina analítica de Babbage nunca llegó a construirse

La participación de las mujeres en sistemas fue cayendo a lo largo del tiempo y cuando esta tarea alcanzó cierta importancia y se volvió científica, se masculinizó. En la década del 70 en Argentina, las mujeres eran el 75% del alumnado en carreras de informática, mientras que hoy en día son apenas el 18% [1]. A nivel internacional, en las principales empresas tecnológicas (como Google, Apple o Microsoft) sólo el 30% no son varones cis y en áreas más técnicas como diseño, programación y desarrollo apenas se llega al 15%[2]. Es importante pensar en esta brecha entre varones cis vs. mujeres y otrxs. Los trabajos relacionados a la programación se encuentran entre los mejores pagos del mercado. En Latinoamérica, y en la Argentina en particular, el sector de servicios basados en conocimiento (SBC) – en el cual se destaca el área de software y servicios informáticos (SSI)- representa un 6,6% del PBI, ocupa a 1,3 millón de personas (49,2% son asalariados) y es el cuarto complejo exportador del país, con más de US$ 2.900 millones en el primer semestre de 2018. En los últimos doce años, SSI fue el subsector con mayor dinamismo exportador de los SBC: creció a una tasa anual acumulativa del 16,1% [3]. Entonces que haya mayoría de varones cis ahí, implica que son ellos quienes acceden a los mejores salarios. La brecha económica también aparece en los trabajos a los que podemos acceder.

La Asociación por los Derechos Civiles publicó un informe en donde detalla que algunos motivos por los que las mujeres abandonan la industria informática son la desvalorización de su trabajo, el acoso sexual, la diferencia en la asignación de ascensos por género, la brecha salarial y la presión por tener que “demostrar” tener aptitudes para cargos jerárquicos, entre otros.

Existen iniciativas para incluir a más mujeres en estas actividades, como Girls Who Code y Tech and Ladies. En otros ámbitos, como el de los videojuegos, también se lucha por conseguir una mayor representación femenina (como Gaming Ladies). Por otro lado, la iniciativa Women Techmakers, organizada por Google con la ayuda de Tech and Ladies, tiene como objetivo dar a conocer el trabajo de las mujeres en el sector tecnológico. En Argentina, estas iniciativas son llevadas a cabo por agrupaciones como @lasdesistemas, @rladiesba y @chicasentec (a quienes les recomendamos seguir).

[1] http://www.unsam.edu.ar/tss/por-mas-mujeres-en-la-informatica/

[2] “Economía Feminista” (Mercedes D’Alessandro)

[3] Un potencial con barreras: La participación de las mujeres en el área de Ciencia y Tecnología en Argentina. Basco, Ana Inés; Lavena, Cecilia; Chicas en Tecnología. Banco Interamericano de Desarrollo.