Ilustración: Rachel Ignotofsky (@rachelignotofsky)
“Cuando se habla sobre el aprendizaje y las ciencias, la gente no piensa en las mujeres”.
“Está hecho para creer que las mujeres son iguales a los hombres; no estas convencido de que las hijas también pueden ser heroínas” Wang Zhenyi (1768-1797)
Wang Zhenyi vivió durante la última dinastía imperial china. En ese entonces la educación solo era posible para varones adinerados, las mujeres no tenían derechos legales ni recibían formación fuera de las tareas domésticas. Wang fue autodidacta en astronomía, medicina, geografía, matemática y poesía con la ayuda de su familia erudita. Dominó las artes marciales, aprendió a montar a caballo y a tirar con arco, revolucionario para el género femenino. En sus estudios y publicaciones sobre astronomía fue capaz de explicar y probar cómo se producían los equinoccios y consiguió calcular sus movimientos, describió la relación entre los eclipses lunares y solares, realizó investigaciones sobre el número de estrellas, la rotación del Sol, y descripciones generales sobre Venus, Júpiter, Marte, Mercurio y Saturno. En uno de sus libros desarrolló sus argumentos sobre gravedad y explicó por qué las personas no se caían de la Tierra esférica. No sólo estudió las investigaciones de otros astrónomos, sino que realizó trabajos propios. Con estos aportes, recién en 1994, la Unión Astronómica Internacional le dio su nombre a un cráter de Venus. En cuanto al ámbito matemático, Wang dominaba la trigonometría y el cálculo. Facilitó el estudio a las siguientes generaciones, reescribiendo el "Principio del Cálculo" en un lenguaje más sencillo y simplificó las multiplicaciones y divisiones. En sus 29 años escribió 12 libros de astronomía y matemática. Fue innovadora también en cuanto a la poesía de su época, inspirándose en sus viajes, aventuras e investigaciones y criticando las injusticias de su sociedad. Teniendo en cuenta de hablamos del siglo XVIII, es impresionante la importancia que le daba Wang a la igualdad de género. Ella creía que las oportunidades debían ser igualitarias tanto para hombres como para mujeres, reflejándolo también en su poesía.