María Teresa Causa

María Teresa Causa

“Durante la dictadura siempre estaba el miedo. Militábamos la seguridad y la dignidad. Sobre todo la dignidad, ese era el valor que perseguíamos. Estar en una dictadura y mantenerse dignos era muy difícil, nos llevaba toda la vida eso.”



María Teresa Causa, conocida como Mate en su círculo más cercano, nació en Asunción de Paraguay en 1939, hija de madre paraguaya y padre italiano. Pocos años después de su nacimiento su familia se trasladó a la Argentina, a Paraná (Entre Ríos), donde vivió hasta los 23 años. Estudió profesorado en Matemáticas, Física y Cosmografía en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario de Paraná, a la vez que trabajaba para mantenerse económicamente. Le gustaban las ciencias exactas pero no había una facultad cercana donde estudiar y no contaba con recursos para trasladarse a otra ciudad. Cuando se enteró de la existencia de las becas de la CNEA para estudiar física, se postuló y fue admitida. María Teresa cuenta que durante el examen de ingreso para su admisión, no se sintió discriminada por las autoridades por ser mujer. Incluso siente que podría haber existido discriminación positiva para incluir más mujeres, que históricamente fueron y siguen siendo minoría en el Instituto Balseiro (Universidad Nacional de Cuyo). En su promoción, la que inició los estudios en Bariloche en 1962, también ingresó otra compañera, quien no logró terminar la carrera. Fue así que en el año 1965 ella fue la única mujer en recibirse como física, junto a otros 15 compañeros varones, 3 de ellos militares [1]. Aunque dice no haber sufrido situaciones de discriminación al estar en un ambiente tan masculino, nos comenta: “Sobre mi experiencia con los compañeros, bueno, yo era fuerte, tenía esa impronta adentro. Las chicas que iban a estudiar al Balseiro, eran una, dos o tres por cohorte, todas tan fuertes como yo, en el sentido de pensar ´no, no nos van a avasallar´.” Sobre aquella época, María Teresa cuenta: “Yo nunca milité en género, como tal. Si ahora hago una retrospectiva de mi vida, veo que siempre fui feminista, pero no sabía que lo era. Yo tengo seguramente una impronta de género desde mi adolescencia.”

En el Instituto Balseiro los pabellones donde vivían les estudiantes eran mixtos, mostrando el ambiente liberal – al menos en ese aspecto - en el cuál vivían. “Yo no lo conocí a Balseiro, él ya había muerto cuando yo llegué, pero se cuenta que ante el cuestionamiento del militar que era presidente de la CNEA: ´usted va a poner chicos y chicas en el mismo pabellón, ¿y si nace un bebé?´ Balseiro contesta, ´y… lo vamos a nombrar a usted padrino´. Para mí, que venía de Paraná, una sociedad que en aquella época era tan opresiva y estructurada, estar en un ambiente así fue la gloria”.

Entre 1968 y 1971, María Teresa accedió a becas del gobierno francés para especializarse en Francia. Al volver a Argentina, se integró al Laboratorio de “Resonancia Paramagnética Electrónica”, en el Centro Atómico Bariloche (CAB) [2]. Según relata: “En 1971 cuando el físico Antonio Misetich vino a exponer en el Primer Congreso Internacional de Física del Sólido realizado en el país, nos propuso encarar con nuestra técnica el estudio de materiales magnéticos (donde la interacción entre iones magnéticos es relevante), temática que no se integraba dentro de la línea de investigación establecida en el Laboratorio. En ese momento empecé colaborando y luego involucrándome cada vez más en ese proyecto que tenía una perspectiva interdisciplinar.” Misetich pasó a ser su asesor científico de Tesis Doctoral (en esa época no se usaba la figura de director/a de Tesis). Pueden encontrarse registros de presentaciones de trabajos de María Teresa y Misetich en las Reuniones Anuales de la AFA de 1972 y 1975, además de tres publicaciones en los años 1974 y 1976, siendo dos de ellas en las Comunicaciones de AFA (lo que actualmente se conoce como Anales de AFA) [3]. Debido a la situación política del país, la carrera de María Teresa da un giro, ya que en abril de 1976, durante la dictadura cívico-militar de Videla, Antonio Misetich, quien tenía solamente 37 años, fue secuestrado en Buenos Aires. Según María Teresa: “Misetich fue el primer desaparecido de CNEA, habiendo sido secuestrado en su domicilio en abril de 1976. En la década de 1960 él vivía en Estados Unidos, trabajaba en el MIT (Boston) desarrollando una carrera brillante. Vino a Argentina a fines de la década de 60 a buscar a su hermana Mirta Misetich, también desaparecida, pero de dictaduras anteriores a la de Videla. Creo que la búsqueda lo llevó a la militancia.” María Teresa cuenta que con la desaparición de Misetich ella “quedó húerfana” académicamente, ya que no había otras personas en su entorno que trabajasen en el mismo tema. Por supuesto que la situación también la afectó mucho emocionalmente. Tuvo que seguir su doctorado por su cuenta y recién lo pudo presentar en el año 1982, habiendo tardado casi 10 años en concluirlo. “Con relación a lo que estudiábamos con Misetich, se pensaba ya en aplicaciones, proceso que se truncó con su desaparición. Dentro de todas las posibilidades abiertas yo pude concretar mi Tesis alrededor de un compuesto antiferromagnético (KNiF3) que se ordena a alta temperatura. Como resultado de este y otros trabajos que empezaron a encararse, nuestro laboratorio en el CAB pasó a tener su nombre actual: Laboratorio de Resonancias Magnéticas.” [4]

Durante la época de la última dictadura cívico-militar, que fue cuando nacieron sus hijes, María Teresa y su compañero se organizaron junto a otras tres familias para crear la primera guardería infantil del CAB. “En esa época no había un servicio de guardería de tiempo completo en Bariloche y para poder trabajar lo necesitábamos. Tuvimos que investigar sobre los reglamentos para guardería de lugares de trabajo. Cuando le comentamos nuestra propuesta al administrador del CAB le gustó la idea”, relata. A fines de 1976 les dieron el local para organizar la guardería: “Nosotros elegimos las personas a contratar y el administrador nos daba la plata para pagar. Era todo informal. El lugar era una pieza vacía, la fuimos llenando nosotros. Hacíamos la administración, pagábamos los sueldos, teníamos reuniones casi semanales para resolver distintos problemas”. Cuando la guardería ya estaba abierta a todo el personal del CAB, se estableció que las familias de profesionales pagaran una cuota pero el CAB se haría cargo de las cuotas del personal que tenía menor sueldo. A partir del año 1979 aproximadamente, lograron incorporar a un psicopedagogo, especialista en jardines de infantes, y la gestión pasó a ser más profesional. “La creación de la guardería en plena época de la dictadura fue algo milagroso. Hubo muchos momentos difíciles pero la guardería nunca se cerró. Fue una experiencia linda, pero de mucho trabajo”, cuenta María Teresa. La guardería del CAB sigue abierta aún hoy y es una referencia en el ambiente científico de todo el país, ya que posibilita que les trabajadores mantengan sus actividades laborales durante la primera infancia de sus hijes, acompañen la alimentación temprana y puedan acercarse allí a la hora de comer o amamantar. Es uno de los legados que dejan María Teresa y estas familias luchadoras, contribuyendo a generar en Bariloche un sistema científico más inclusivo.

Respecto de su participación en la vida política, María Teresa fue parte de la Juventud Peronista. En la primera mitad de la década del 70 militó en los barrios populares de Bariloche. Allí participó de la construcción comunitaria de casillas y en la alfabetización de adultes que se realizaba en horario nocturno, con faroles, ya que no había luz eléctrica en la zona, y con un sistema muy precario de calefacción. Pero su interés por la política estaba presente desde antes. Cuando era estudiante, formó parte de la comisión directiva del Centro de Estudiantes del Instituto Balseiro. Durante su estadía científica en Francia, a fines de los años 60, María Teresa presenció el convulsionado ambiente del llamado "Mayo Francés" de 1968, lo cual profundizó su contacto con la política.

En los primeros años de la década del 70 María Teresa y otres compañeres se juntaban en las habitaciones de los pabellones a escuchar la radio chilena (en Chile se había instaurado el gobierno popular presidido por Salvador Allende) y a leer y discutir sobre economía. Así surgió la idea de organizar un curso de economía política con impronta heterodoxa, que fue organizado junto a estudiantes de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca. “Fue un proyecto extraordinario. Profesores de la Universidad Nacional del Sur venían al CAB a dar conferencias y como se alojaban en los pabellones del CAB, quedaba tiempo para completar las conferencias con discusiones informales. Las charlas eran abiertas a toda la comunidad de Bariloche. Era un acontecimiento. Las charlas se hicieron durante dos años, 1971 y 1972. En el segundo año lo hicimos más político y debido al interés que se despertó en la comunidad, el ciclo se trasladó al recientemente creado Centro Regional Universitario Bariloche de la Universidad del Comahue”. Manuel Tarchitzky, físico egresado del Instituto Balseiro, y la estudiante de economía Zulma Matzkin fueron claves en la organización de estos cursos. Posteriormente, en 1976, Tarchitzky y Matzkin fueron secuestrades en Bahía Blanca y asesinades. Por motivo de seguridad, durante la última dictadura María Teresa destruyó todas las fotos y documentos relacionados a esos cursos: “Lamentablemente, en un momento de terror, tiré todo ese material”.

Más adelante, en el año 1973, cuando todavía vivíamos en democracia en Argentina, pero luego del golpe al presidente Salvador Allende de Chile, un grupo de universitaries de Bariloche, del que formó parte María Teresa, ayudaron a varias familias de refugiades que venían de Chile [5]. En aquel momento ella era una de las responsables de la filial Bariloche de la AFA: "A nosotros nos hablaron de la sede de Buenos Aires de la AFA para que nos ocupáramos" [6]. Con Pinochet en el poder, un grupo grande de universitaries argentines que trabajaban en la Universidad de Concepción, en Chile, fueron expulsades: "Los mandaron hacia Bariloche en dos colectivos custodiados por carabineros hasta la frontera. La cuestión es que se organizó el operativo y llevamos abogados y médicos a la frontera. Era un camino sin asfaltar… No sin negociaciones se consiguió que pasaran. Luego hubo que alojarlos, y por suerte la gente respondió con mucha solidaridad recibiéndolos en sus casas." Además, algunes fueron alojades en el predio del CAB durante un tiempo [5]. También ayudaron la Fundación Bariloche y el Centro Regional Universitario Bariloche de la Universidad del Comahue. Era un contingente de unas 40 personas, con casi 10 niñes. "Ese momento fue muy exigente para mí y aprendí mucho", cuenta María Teresa [6].

Durante la última dictadura cívico-militar en Argentina (1976-1983) no hubo personas desaparecidas o cesanteadas en el CAB. Pero había un ambiente de persecución, con salarios diferenciados y manejo arbitrario de los ascensos. Tal fue el caso de María Teresa, quien durante los 7 años de dictadura no tuvo aumento de sueldo ni posibilidad de ascender en su carrera. María Teresa cuenta que en esa época su sueldo era la mitad del de otra persona que hacía el mismo trabajo, pero que no hubiese tenido militancia política. “De todas formas eso no era nada respecto de todo lo que pasaba”, dice María Teresa, refiriéndose a la dictadura militar. “Nos enterábamos de los compañeros desaparecidos por el boca a boca.” A partir de esa época, varias personas en la CNEA tenían dos legajos, uno oficial y otro que estaba manejado por la SIDE (Servicios de Inteligencia Del Estado). Ya durante la democracia, María Teresa fue informada oficialmente por Emma Pérez Ferreira, la primera mujer que presidió la CNEA, que ella era una de las personas que tenía un legajo de la SIDE; sin embargo nunca tuvo acceso a ese documento.

Varies de sus compañeres de militancia y de la facultad fueron asesinades, preses y/o desaparecides. Junto con otres colegas, María Teresa fue una de las impulsoras de la creación de espacios para recordar a les egresades del Instituto Balseiro que fueron detenides-desaparecides o asesinades durante la dictadura cívico-militar ocurrida entre 1976 y 1983 [6]. María Teresa estuvo -y está muy involucrada aún hoy- en rescatar la historia de dos de sus compañeres del Instituto Balseiro: Susana Grynberg (desaparecida embarazada en julio del 76) y Manuel Tarchitzky (secuestrado en julio de 1976 y asesinado un mes después). María Teresa y otres compañeres de física aportaron información importante con relación a los meses de embarazo que tenía Susana cuando fue secuestrada, a los centros de detención donde estuvo presa y a la identidad de su pareja, datos fundamentales para la búsqueda del hije de Susana, que se cree nació en cautiverio. María Teresa organizó un blog [7] con información sobre los homenajes realizados en el CAB y también sobre los juicios relacionados a sus compañares desaparecides. Además, María Teresa trabajó, integrando otros grupos de Bariloche, en la reconstrucción de la memoria colectiva de la ciudad, iniciando investigaciones que permitieron dar cuenta de las historias de militancia y de vida de varies desaparecides de Bariloche, en lo que constituye otro de sus legados [8]. Por su compromiso social y militante, y su labor comunitaria, en 2018 María Teresa fue reconocida por el Concejo Municipal de San Carlos de Bariloche con la distinción “Mujeres que Dejan Huellas”, en el marco de las actividades por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

María Teresa tuvo una variada carrera docente en el Instituto Balseiro. Fue responsable del dictado de las materias Magnetismo I y Magnetismo II para la Maestría en Física. También fue profesora en diversos talleres y escuelas de magnetismo, además de haber colaborado con la actualización de profesores secundarios. En los años 70, fuera del ámbito académico-científico, fue docente en cursos de alfabetización y educación de adultos para el personal del CAB.

María Teresa trabajó por 40 años como investigadora en el grupo de Resonancias Magnéticas del CAB y como docente en el Instituto Balseiro. Actualmente es Investigadora Consulta de CNEA y Profesora Libre del Instituto Balseiro. Se jubiló en el 2011. Después de su jubilación trabajó en la escritura de la Historia del Instituto Balseiro como Unidad Académica de la Universidad Nacional de Cuyo, publicado en el libro “Encuentro de Saberes” en el año 2017 [9].

En relación a su carrera científica, María Teresa ha trabajado con la técnica de Resonancia Magnética y ha realizado aportes muy significativos en el estudio de las propiedades de una familia de óxidos cerámicos que presentan valores altísimos de magnetoresistencia, además de haber estudiado otros materiales como los superconductores de alta temperatura. Estuvo involucrada en la formación de diverses becaries e investigadores, habiendo sido directora de becas postdoctorales, tesis de doctorado, maestría y licenciatura, así como de pasantías de becaries de otros centros de investigación, además de haber supervisado tareas de investigación. Tiene más de un centenar de publicaciones en revistas internacionales, varias de ellas con más de 100 citas, y más de una centena de presentaciones a congresos nacionales e internacionales. Durante dos años fue jefa a cargo del Laboratorio de Resonancias Magnéticas (CAB). También fue evaluadora en la Agencia I+D+i, el CONICET, en diversas revistas y congresos internacionales, además de haber trabajado como editora de revistas internacionales. Participó como organizadora de diversos congresos internacionales, talleres y escuelas; y fue directora o investigadora responsable de diversos proyectos de investigación. Realizó estadías internacionales de cooperación en diversas ocasiones a España y también a Estados Unidos y Francia. En 2016 fue elegida socia honoraria de AFA.

María Teresa transmite un gran entusiasmo por la física y por la investigación: "Me gusta investigar. Tener todo el tiempo un problema entre manos e ir resolviéndolo y entendiéndolo casi siempre lentamente; y yendo para atrás y luego nuevamente para adelante. Uno tiene la sensación de que vuelve a su casa habiendo aprendido algo cada día. Me gusta el trabajo en grupo, las reuniones para analizar resultados, el momento de concretar un paper…" [6]. "Mi laboratorio me gusta, cómo se trabaja, su tradición. Está lleno de nuevas ideas y me encanta sentarme a escuchar y aportar, cuando puedo, en los seminarios." Hablando de les estudiantes que llegan al laboratorio, expresa que "Me gusta escucharlos y aprendo de ellos" [6]. Entre las personas que tuvieron el privilegio de trabajar con ella se escucha frecuentemente sobre su inmensa generosidad científica. Según sus compañeres de grupo: “Mate funciona como un faro, esa luz que cuando hay un poco de niebla y no sabemos para dónde correr, tiene su puerta abierta para la escucha atenta, para la palabra justa, para el café bien conversado. Y orienta. Sin imponer, sin dar mandatos, su presencia en el Laboratorio es un pilar y una referencia. Y su historia de vida, profesión incluida, es un ejemplo.”

Escribir esta biografía fue posible gracias a la inestimable y amorosa colaboración de Gabriela Aurelio, Carlos Ramos y Fabiana Laguna. Agradecemos la lectura de una versión previa de esta biografía de varies compañeres de María Teresa del Laboratorio: Alejandro Butera, Roberto Zysler, Rodolfo Sanchez y Elin Winkler. Un agradecimiento muy especial a María Teresa, siempre cálida en su sonrisa y en sus palabras, disponible a responder las más variadas consultas que surgieron (que fueron muchas!) y también por la lectura atenta y los comentarios al texto. Gracias también a Paula Bergero por la lectura y correcciones de estilo. La biografía fue redactada por Nara Guisoni en base a las fuentes mencionadas a continuación en el marco de una colaboración entre la Subcomisión de Género de la Asociación de Física Argentina y Científicxs Feministas. Ilustración de Rosario “Saio” Álvarez.


Entrevista a María Teresa Causa realizada realizada por Nara Guisoni el 25/9/2021.

[1] Programa del Acto de Graduación, 9/12/1965. Facilitado por la Biblioteca del IB por intermedio de Elin Winkler.

[2] Según María Teresa: “El laboratorio de Resonancias Magnéticas, donde trabajo, tiene más o menos 50 años. Empezó (mediados de los 60) con un espectrómetro de resonancia magnética instalado en la órbita del laboratorio de Bajas Temperaturas. En 1970 se constituyó como laboratorio independiente con el nombre de “Resonancia Paramagnética Electrónica”. Se había establecido una línea de investigación en torno al estudio de iones magnéticos dopados (ppm) en materiales no magnéticos; el acento estaba puesto en la interacción del ión paramagnético con su entorno cristalino (no magnético); los químicos usaban mucho esta técnica y había dos espectrómetros parecidos instalados en Ciencias Exactas de Buenos Aires y otro más en YPF para el estudio de características del petróleo.”

[3] Presentaciones a congresos: a) Estudio del espectro de resonancia paramagnetica de KNiF3.

M. T. Causa, S. Curatella, A. Misetich. 59a. Reunión de AFA, Buenos Aires, Agosto de 1972; b) Analisis de la resonancia antiferromagnetica de KNiF3. S. Curatella, M. T. Causa, A. Misetich. 62a. Reunión de AFA, Rosario, Diciembre de 1975. Publicaciones: a) Estudio del espectro de resonancia paramagnética electrónica de KNiF3. M. T. Causa, S. Curatella, A. Misetich. Comunicaciones AFA 1, 93 (1974); b) Analisis de la resonancia antiferromagnética en KNiF3. S. Curatella, M. T. Causa, A. Misetich. Comunicaciones AFA 1, 292 (1976); c) Analisys of Antiferromagnetic resonance in KNiF3. S. Curatella, M. T. Causa, A. Misetich. Journal of Magnetism and Magnetic Materials 1, 317 (1976).

[4] Con relación al tema de su Tesis Doctoral, María Teresa aclara: “Si bien la teoría del antiferromagnetismo ya era conocida en esa época, los experimentos que se describían trataban de compuestos con baja temperatura de orden (rango del He líquido). En mi caso, el orden jerárquico de las interacciones a tomar en cuenta era otro.”

[5] http://mujeresydictadurarn.ar/index.php/maria-teresa-causa/

[6] http://www2.ib.edu.ar/index.php/comunicacion-y-prensa/noticias/820-entrevista-a-maria-teresa-causa-socia-honoraria-de-la-asociacion-fisica-argentina.html

[7] Blog creado por María Teresa Causa: http://homenajeib.blogspot.com.ar/

[8] https://www.barilocheopina.com/noticias/2018/03/09/35161-concejo-distinguio-a-mujeres-que-dejan-huellas

[9] Encuentro de saberes. 1939-2017. Historia de las facultades, institutos y colegios de la Universidad Nacional de Cuyo. Directora: Adriana Aída García. Coordinador: Pablo F. Agüero. Editorial Universitaria EDIUNC. Capítulo: “Instituto Balseiro” escrito por María Teresa Causa. 2017.