Ilustración: Rachel Ignotofsky (@rachelignotofsky)
Katherine Johnson se graduó a la temprana edad de 14 años, continuando sus estudios superiores en Virginia, donde consiguió los grados en Matemáticas y Francés a los 18, a pesar de vivir en la época de la segregación racial. Katherine ejerció como profesora de matemáticas, música y francés, hasta que en 1953 ingresó a la NACA, predecesora de la NASA, para realizar operaciones y comprobar los cálculos que requerían los ingenieros aeronáuticos. Con el tiempo fue destacando por sus conocimientos y capacidades de liderazgo al pedir, revolucionariamente, participar en las reuniones con los ingenieros.
A pesar de las barreras que sufrió por su condición de mujer y afroamericana, se ganó el reconocimiento de sus colegas, nombrándola como la calculadora humana. Su asombrosa carrera como matemática, científica espacial e informática teórica la convirtieron en un referente en la NASA publicando más de 25 artículos. Calculó la trayectoria parabólica del vuelo espacial del primer estadounidense que viajó al espacio. Aunque en 1962 la NASA empezó a utilizar computadoras electrónicas, ella fue la encargada de verificar las cuentas del vuelo orbital alrededor de la Tierra y otras. Calculó la trayectoria del Apolo 11 para llegar a la Luna en 1969, ayudando a sincronizar el módulo lunar con el módulo orbital. Katherine ayudó a que el Apollo 13 volviera a la Tierra, una vez abortada la misión. También participó en el Proyeto Mercury y en los planes de misión a Marte hasta su jubilación, en 1986, después de 33 años de servicio en la NASA. Entre los reconocimientos que Katherine recibió se encuentran la Medalla Presidencial de la Libertad de EEUU en 2015, fue la Matemática del Año en 1997, fue reconocida por el Grupo de Operaciones y Naves Espaciales del Orbitador Lunar en 1967, se realizó un libro y posterior película Hidden Figures, basada en su vida y otras mujeres de la NASA. Actualmente se dedica a hablar con niñas y jóvenes sobre la perseverancia y la importancia de luchar por los sueños por encima de cualquier discriminación racial y de género.