“La vida es vida. Y se defiende con vida”
Lolita Chávez es una líder maya de los pueblos K’iche de Guatemala, feminista, activista y referente a nivel mundial de la defensa del ambiente, los recursos naturales y la biodiversidad. Nació en 1972 en el pueblo de Santa Cruz del Quiché, al oeste de Guatemala, donde su familia la nombró Ixcaquic, que en maya significa “princesa del viento”.
Se formó universitariamente como maestra, y en 2007 fue designada como portavoz del Consejo de Pueblos K’iche por la Defensa de la Vida, la Madre Naturaleza, la Tierra y el Territorio (CPK), constituido por 87 comunidades mayas de la zona. Fue también coordinadora de la Consulta Comunitaria en su pueblo, que en 2010 rechazó la actividad minera e hidroeléctrica en sus territorios. A partir de ello, Lolita ha sido amenazada y llevada a juicio por sus acciones de defensa de la tierra. Por el riesgo que corría, se le otorgaron medidas de protección de la CIDH y tuvo que exiliarse, primero en España y luego en distintos países de América Latina, donde permanece oculta.
Como parte de su reclamo, Lolita y sus compañerxs de la CPK promueven el diálogo, dan seguimiento a procesos de consulta popular y realizan acciones colectivas y pacíficas que denuncian la expansión de megaproyectos mineros, hidroeléctricos, petroleros y de agroindustria. Es, básicamente, una disputa contra el capitalismo que se impone en los territorios sin mediar consulta con sus habitantes ancestrales. Su tarea la ha llevado a ser nominada al “Premio Sájarov para la Libertad de Conciencia” del Parlamento Europeo, y en 2017 recibió el “Premio Ignacio Ellacuría” ,de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo.
Lolita no separa la lucha por la tierra de la lucha feminista. Ha denunciado violaciones, femicidios y abusos contra las feminidades de su pueblo, muchos de ellos en manos del propio Estado. En el último Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans que se celebró en la ciudad de La Plata, Argentina, tuvimos la suerte de contar con su presencia. Habló sobre su visión de los feminismos comunitarios y originarios, y de la importancia de pensar un feminismo descolonizador. Como parte de su tesis, Lolita propone hablar desde el placer: entiende que nuestros cuerpos también son territorios a liberar, desde un posicionamiento político y estratégico, ya que el goce es algo que ha sido vedado para las mujeres y disidencias como forma de control y colonización.
“La vida es vida. Y se defiende con vida” dice Lolita, y en vida se engloba el agua, la tierra, el cuerpo y todo lo que nos rodea. Para la cultura maya, la naturaleza está conectada con todos los caminos. La conectan los animales que pasan, las plantas, el cielo, el agua, lo tangible. Les invitamos a conocerla porque su mirada y la de su cultura nos abre la cabeza a construir un feminismo más inclusivo.