Nuestra existencia es la resistencia
Entrevistamos a Ameleo Armando Botto
Ameleo Armando Botto es psicologue . Hace poco terminó su residencia en epidemiología por parte del Ministerio de Salud de la Nación Argentina y actualmente trabaja en el recientemente creado Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.
CF: Primero que nada gracias Ame por sumarte a esta entrevista. Para empezar, ¿tenés ganas de contarnos quién sos y a qué te dedicas? También nos gustaría saber qué pronombres utilizas.
Ame: Muchas gracias por la invitación. Todo el mundo me dice Ame y mis pronombres son neutros, elle. Yo estudié psicología en la Universidad de Buenos Aires y al terminar me presenté para la residencia de epidemiología. Encontraba que esa posibilidad era algo fuera de la clínica. La residencia la hice en el Ministerio de Salud de la Nación, y fueron tres años de formación en servicio en articulación con el Instituto Nacional de Epidemiología de Mar del Plata. El trabajo integrador de final de la residencia lo hice sobre identificación de personas trans en los sistemas de información de salud y esto me llevó para el lado de la informática. Ahí nació una curiosidad, entonces me metí en una residencia de informática en salud del Hospital Italiano. Se interrumpió esta formación porque entré en el Ministerio de Mujeres Género y Diversidad. Eso sería un poco como mi trayectoria profesional. Y acá me gustaría aclarar que hablo desde mi lugar personal, no institucional.
CF: ¿Querés contarnos un poco más cómo son las residencias para aquelles que quizás no vienen del área de salud?
Ame: Las residencias son formaciones de posgrado becadas por instituciones. También están las concurrencias, que son básicamente lo mismo, solo que no son pagas. Las residencias son una excelente oportunidad para formarse en servicio en forma de rotaciones: cambiar de institución o de servicio cada dos o tres meses, dependiendo de la institución y de lo cómo se vaya armando. En las concurrencias se hace lo mismo, pero no se les paga a los concurrentes, lo que genera precarización laboral.
La residencia es una formación entre pares porque les residentes mayores entrenan a les más jóvenes. Se dividen en R1, R2, R3, dependiendo del año de la residencia en que te encuentres. Luego están los JR, jefes de residencia, que también ayudan y colaboran. Además suele haber une coordinadore o directore dependiendo del organismo en donde se la realice. Las residencias son concursadas anualmente.
Actualmente, con la pandemia, se visibilizó bastante el trabajo de les residentes, sobre todo en instituciones como hospitales y centros de atención primaria de la salud.
Foto: Ameleo Armando Botto
CF: Retomando lo que nos dijiste sobre tu trabajo integrador final en la residencia. Estabas interesade en estudiar la relación entre género y epidemiología. ¿Por qué decidiste estudiar el género en el sistema de salud?
Ame: Trabajando tres años en el Ministerio de Salud noté que había muchas personas que tenían muy poca noción de diferencias básicas. Notaba que se reproducían un montón de cuestiones y no se preguntaba sobre otras. Todo lo que es género era igual a sexo. Y en todo lo que es sistemas de información, el único dato que tenías era el femenino y masculino del sexo asignado al nacer.
Con todo mi trabajo personal, las militancias y todas mis preguntas, quería usar mi tiempo, disponibilidad para generar algo, que no sabía bien al principio, en esa área de vacancia. Con la coordinadora armamos el objeto de estudio para ver que cómo podíamos hacerlo. Entonces, en mi trabajo hice una introducción sobre las epidemiologías. Porque tampoco hay una sola. Hay una hegemónica, pero también hay otros tipos de epidemiología latinoamericana que son más críticas. Después, cuento cómo se inserta o cómo adviene el género en los sistemas de información de salud. La manera que se dio en nuestro país fue a través de las fichas de notificación obligatoria de VIH SIDA . A partir de esto, decidimos hacer un estudio de caso de las fichas, cómo fueron evolucionando las fichas con los años. Al principio, obviamente, estaba el dato de sexo con diferentes maneras de ponerlo por escrito, por ejemplo marcando con una cruz. Y después del 2012 aparece la ficha de notificación de VIH en donde se puede encontrar el campo género, es decir, toda una variable nueva. Antes estaba la variable sexo, que es el sexo asignado al nacimiento y después estaba el género. Ahí lo encontré, eureka!
También, en ese momento, en 2018, estaba el programa de hormonización que tomaba el campo género, pero esto es a nivel provincial. Yo quería trabajar a nivel nacional. La pregunta era ¿dónde releva el dato de género nuestro país?. Acá me gustaría comentar que el censo 2021 (el que se iba a realizar este año 2020) va a tener el campo género. Entonces vamos a tener a nivel nacional el dato de las personas que quieran obviamente responder. Digo esto porque hay también un tema de quien responde. Una cosa es responder sobre las características de tu vivienda y otra hablar de tu género, algo que capaz implica la salida del clóset. En realidad el dato duro, duro es difícil de obtener pero el censo es lo mejor que tenemos. Cuando me enteré de esto fue un sueño.
Es la primera vez que aparece el dato de género en un censo en nuestro país. Es un logro zarpado porque además el censo te da un montón de información poblacional que es muy difícil de relevar de otra manera. Se hacen a través de las encuentas permanentes de hogares que son muestreos poblacionales. Estas te dan un acercamiento de lo que es la realidad poblacional, pero no es realmente lo que sucede. El censo es lo más cercano a la realidad que tenemos. Para saber cómo dirigir las políticas públicas y las acciones hacia los colectivos más vulnerabilizados en sus derechos está bueno saber dónde están, cuántos son, cómo viven, si tienen piso de tierra o si tienen desagüe, cómo consiguen el agua, si tienen trabajo, qué tan lejos están de una posta sanitaria y demás. También hay que pensar en los territorios más rurales de los cuales no sabemos mucho.
CF: Súper importante. El primer paso es primero conocer dónde están todas esas personas
Ame: De hecho, la epidemiología se encarga de describir la población y desde ahí intentar entender por qué suceden estas cuestiones, como por ejemplo brotes de alguna enfermedad, y cómo accionar, para prevenirlas o promocionar la salud. Para también poder actuar sobre cuestiones más agudas y urgentes.
CF: Respecto a lo que nombraste antes, ¿cúal es la diferencia entre la epidemiología y la epidemiología crítica?
Ame: La epidemiología hegemónica sería más bien la epidemiología de la medicina. Por ejemplo, lo que está sucediendo ahora es bastante hegemónico. Tenemos una pandemia y aparte es necesario monitorear, describir, contar los casos, actuar sobre los focos. Estudiarlo en mesas de trabajo y ver qué pasa en cada momento, cada semana, día a día, ver cómo es la situación. Esto es bastante de libro y es lo que se tiene que hacer. Es súper necesario y está buenísimo. Y lo que es la epidemiología crítica tiene que ver con ir un poquito más allá de lo urgente, de apagar incendios. Se ocupa por ejemplo de enfermedades endémicas, zoonosis que ocurren en cierta época del año en cierto lugar del país. La epidemiología crítica intenta hacer un meta-análisis de todo esto. Pensar por qué sucede, saliendo un poco de la caja y pensando los elementos de repetición como ¿por qué una y otra vez pasa esto en cierto territorio?, ¿cómo podríamos solucionarlo? Y va más bien desde el lado de la educación para la salud. De una construcción de conocimiento que sea en territorio y que no sean soluciones bajadas de las autoridades al pueblo. Las personas que habitan ese territorio tienen un montón de conocimiento que el Estado, que es a veces más valioso y mucho más efectivo, incluso más económico sobre cómo resolver ciertas cuestiones. El rol del Estado se centra en ciertas oficinas donde sólo ciertas personas acceden a esos lugares. La Epidemiología crítica busca que el conocimiento vaya y venga, que sea algo más de abajo hacia arriba. Trata de hacer otro tipo de planificación de políticas públicas. Hay mucho escrito sobre esto. En particular yo tengo dos trabajos, uno que se centra en las epidemiologías y otro que se centra más en esto y están pronto a publicarse.
Hay un PPT de la presentación que di el año pasado en la FemITconf que realmente puse todo el esmero para expresarme de la mejor manera y hacer un resumen de esos laburos. Con el tema de las publicaciones hay toda una cuestión de nicho que genera mucha resistencia y hay mucho trabajo no pago también.
Foto: Ariel Gutraich. Agencia Presentes
CF: Yendo un poquito a la salida del closet, queríamos saber si tenés ganas de contarnos cómo fue tu vivencia dentro del sistema de salud, siendo una persona trans, teniendo en cuenta que fue en el marco de una institución privada como el Hospital Italiano.
Ame: Fue un desafío. Yo sentía una barrera, una pared. No sólo está la puerta del clóset, sino que después está la realidad. A veces abrís el closet y tenés una pared. Entonces, fue duro. Pero también fue hermoso porque pude ser honeste conmigo y mi identidad.
Por ejemplo, el tema de mi nombre. Mi nombre asignado al nacimiento es Amalia. Entonces a mí me genera mucha disforia ese dead name. Para mí fue muy fácil porque entro a un lugar nuevo y me presento: “Soy Ame” y fin. Ya todo el mundo me conocía por Ame. Pero con los pronombres es una cuestión bastante cuesta arriba. Me puse Ameleo Armando Botto porque me gusta el tema de armar, de construir y es una cuestión también familiar. Y también pensando en las personas más grandes. Porque nosotres en la residencia de informática también atendemos casos de mesas de ayuda que son soporte técnico básicamente, y hay personas más grandes, médicos de 50/60 que no tienen idea. Entonces Armando hace que ante la duda me traten en masculino. Entiendo que estamos hoy aún en proceso y que hay personas que tienen mucha resistencia o no les sale. Entonces es un trabajo de ponerle el cuerpo, la voz, la escucha, la presencia, la disponibilidad emocional y cognitiva. Eso para una persona cis nunca jugó. Las mujeres sí creo que lo entienden un poco más. Es muy notorio cuando se generaliza todo en masculino. Pero en general, no hay tanta pregunta o pensamiento sobre los pronombres que se usan y menos en un ámbito de medicina hegemónica.
De todos modos, yo me quedo con las grandes voluntades de personas, sobre todo de ingenieres e informátiques, que hicieron todo un cambio a nivel informático. El cambio de usuario, cambiar las contraseñas en todas las plataformas, porque tenemos diferentes programas que usábamos, diferentes aplicativos y en cada uno te pide tu usuario contraseña. También el correo institucional. Todo eso estaba con mi nombre legal. Eso fue un montón de gestiones y mucho tiempo. Es un desafío. Pero la verdad, yo sentía que era valioso. Me hubiese gustado que estuviera resuelto desde antes. Si hay personas que actualmente están ahí y hacen la salida del closet, es probable que traten con les mismes ingenieres o informátiques para que les resuelvan eso. Entonces, no van a estar en cero cero. Pero bueno, fue un montón y más en contexto de pandemia. La verdad es que siempre mi ética es muy hacia la honestidad. Primero conmigo y después con lo que me rodea. Entonces me parece un modo de estar más en mi, como más real.
CF: Qué bueno que algo que te atraviesa y algo tan personal te haya llevado a investigar y trabajar en estos temas, como decías vos, y también a ponerle el cuerpo. Ojalá que tu experiencia ayude para el futuro, para que otras personas puedan beneficiarse de esto.
Un poco en línea con esto, ¿cuál es la diferencia entre identidad de género, expresión de género y género?
Ame: El género es la construcción social. Es lo que lo que ha hecho la sociedad y se ha dividido en roles. Esto no es inocente, sino que estipula también una división sexual del trabajo. No solamente lo que se espera, sino también de lo que podés trabajar, lo que podes hacer, cómo te tenés que ver, cómo tenés que moverte. Es una construcción de género social y siempre ubicada territorialmente en un lugar histórico geográfico particular, que obviamente va a ser siempre diferente, dependiendo del punto cardinal y del tiempo.
Después, la expresión de género es como se ve una persona o un grupo de personas. Cómo expresan su identidad. Eso va a depender también del nivel de aceptación. Hay personas que van a ser más expresivas al momento de vestirse, más marcando políticamente su género y otras personas que van a querer cispasar, que es pasar como una persona cis por cuestiones de accesibilidad social y de trato. Las personas que tienen el privilegio de poder cispasar del género que desean o del cual se sienten identificades en ese momento, les trae beneficios, que es básicamente no tener que dar explicaciones. Y ese es un gran privilegio.
Y después, la identidad de género es la vivencia personal. Ahí se mete la subjetividad y toda tu vivencia corporal de cómo te sentís. Acá me gustaría hacer un pequeño parate porque me parece importantísimo hablar de cómo sentís tu cuerpo en relación con el espejo, por ejemplo. Y el parate es con respecto a Indigo Tienda Trans (@indigo.tiendatrans) que tienen unos dispositivos que yo los llamo prótesis. Otra persona los podría llamar como dildos y tienen diferentes opciones. Si yo hubiese sabido que existía a los 10 años hubiese sido una locura. Me acuerdo que a los 6, 7 años me preguntaban si quería ser nene o nena y yo me quedaba pensando. Dije nena por una cuestión de orgullo pero en realidad, pensaba no, estaría buenísimo ser chabón. Pensaba en ir al baño y mear parade. Lo pensé en ese momento como ese privilegio. Pero, si te ponés a pensar también, usaba uniforme para ir al colegio. La pollera en invierno. Hablemos del sufrimiento femenino de usar pollera en invierno y los chabones con un buen pantalón. Cuestiones así me parece que hacen un poco también a la vivencia y eso puede ir fluctuando. Es decir, hay personas que se consideran agénero, género fluido, o por ejemplo, trans mujer, varón trans, y quedan como que ya encontraron ese lugar y ahí se quedan y es una posición más. Por supuesto que pueden quedarse ahí 10 años y después cambiar. Incluso hay muchos hombres homosexuales que ahora están empezando a salir del clóset como marica, y tal véz sus pronombres cambiaron y ahora son femeninos. Van cambiando y jugando. Es un fluir del ser y muy de la existencia. De poder estar en tu cuerpo, verte y sentir de una manera que no sea la impuesta por estos patrones culturales que inciden y te presionan a mostrarte de una manera que es la habilitada por la sociedad en ese presente y en un punto.
Actualmente, estamos luchando por nuestro DNI no-binarie. Tenemos una página @todescondni. Estamos ahí militándola porque el RENAPER (Registro Nacional de Personas) te da la opción de femenino o masculino. Podés pasarte para el otro lado, pero ya está. Y qué pasó con la Ley de Identidad de Género? La Ley no dice eso. Así que eso es lo que tenemos que traccionar y empujar para que nos garanticen los derechos que ya están escritos en la Ley. No estamos pidiendo nada nuevo. Que se ajusten los sistemas y las grandes autoridades dimensionen lo difícil que es para nosotres sólo presentarnos al banco. Hasta a veces comprar y ni hablar si perdés el DNI. Hay un montón de cuestiones a saldar que estamos tratando de gestionar pronto porque hay situaciones muy urgentes. Visibilizarlo ya es un montón.
CF: ¿Por qué es importante la identificación de personas trans, travestis y no binaries en el sistema de salud?
Ame: Eso tiene que ver un poco con lo que venía hablando del censo y de la importancia, desde la epidemiología, de poder describir a la población. ¿Por qué necesitamos describir a la población? Justamente para entender, por ejemplo, por qué se enferman, por qué no van a la escuela, por qué no tienen trabajo. Hay cuestiones que en realidad ya sabemos, que podemos intuir pero otras no. Lo lindo de la epidemiología es que podés encontrar patrones de enfermedades, patrones de conducta. Si vos tenés un censo poblacional actualizado con todos los datos y de repente ves que les trans no se están enfermando, o hay gente ubicada en tal lugar, quizás eso puede ser un factor protector. Esa posibilidad de tener todos los datos actualizados, una descripción de base a ciertas preguntas hace que podamos actuar específicamente en nuestra población, pero también en pueblos originarios o indígenas de nuestro país. Todo es interseccional. Una persona originaria puede obviamente también ser no binarie. Es decir que su identidad no se circunscribe a varón o mujer. Entonces me parece que es obviamente visibilizar, darnos herramientas y poder actuar específicamente en los puntos neurálgicos donde no se están cumpliendo los derechos básicos, constitucionales e ir apuntando a esos problemas más agudos. Obviamente, primero se atiende lo urgente y después vamos a cuestiones a mejorar. Nuestra población históricamente necesita una reparación. Yo estoy en un lugar de muchísimos privilegios, por eso también estoy acá hablando. Pero es importante visibilizarnos. El lugar interseccional que a mí más me oprime es el lugar de trans. Para mi los privilegios están para usarse para traicionar al patriarcado. Así que en eso estoy.
CF: Me gustaría ir un poco a lo que estás haciendo hoy en día. Sabemos que trabajas en la Dirección de Investigación, Innovación y Promoción del Desarrollo con perspectiva de género, en el nuevo y flamante Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Queríamos saber un poco más en qué consiste tu trabajo allí día a día, y que sentís que podés aportar desde tu perspectiva. ¿Sentís que el nuevo Ministerio viene a saldar una deuda histórica del Estado con la comunidad LGBTQ+ ?
Ame: Respecto al saldar, yo creo que sí. Creo que es la intención. Es un Ministerio que viene empujado por las movilizaciones masivas que despegaron con el Ni Una Menos. Y por su puesto que se pueden historizar desde todos los movimientos de mujeres anteriores y de la comunidad homosexual y las travestis. Son un montón de pedidos y reivindicaciones que no nos han dado. En el 2015 explotó. La acumulación de estos pedidos hace a la creación de este Ministerio. Personalmente creo que sí hay mucho para saldar. Hay mucho por abrir también. Las estructuras ministeriales, estatales y públicas son de otra época. Las personas que están decidiendo son siempre de la misma población. Son hombres blancos cis heterosexuales de tal familia que están en estas pequeñas mesas y decíden para esas mismas personas. Pero creo que justamente en los últimos años los feminismos y transfeminismos hemos tratado más y más de meternos en todos estos espacios con el objetivo de intentar romper desde adentro. Deconstruir en el mejor sentido de las palabras. No destruir porque sí. Pensar qué pasa si cambiamos algo de lugar, abrimos otra cosa, para ver qué sucede. Y yo creo que eso está bueno. Esta es una opinión personal. No es una bajada institucional lo que estoy diciendo.
Por otro lado, lo que es mi trabajo en la dirección, estamos haciendo más que nada relevamiento y sintetizando información por los grupos estratégicos, o sea, sectores estratégicos que se consideran más relevantes para justamente poder tomar acciones rápidas en sentido de los derechos de las mujeres, otras identidades y diversidades e intersecciones. La deuda está. Mi lugar es más bien académico, de relevamiento de información, producción de conocimiento y de síntesis importante para que las autoridades tengan este material para poder decidir. Lo hacemos en equipo y es un placer y un sueño cumplido. El hecho de que exista el Ministerio y haber quedado ahí. Me hace pensar que vamos por un buen camino. Nos falta un montón, pero creo que la creación del Ministerio es histórica.
Con López Obrador, el presidente de México, se creó el primer Ministerio de Mujeres de Latinoamérica. Yo pensaba “qué ganas de ir allá a rotar y conocer el Ministerio de Mujeres”. Y que acá haya sido el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad me parece superador. Realmente pienso que los feminismos y transfeminismos en Argentina y todas las luchas colectivas están transformando la sociedad en nuestro continente y por fuera también. Estos son nuestros derechos y de acá no nos movemos. Aún falta y al final vas y te chocas con la misma pared una y otra vez. Ahora, por lo menos, podemos decir “pongamosle una puerta a esa pared”.
El Ministerio se generó en diciembre, se abrió masomenos este año. Todos los ojos están puestos en este flamante nuevo Ministerio en donde estamos trabajando todes desde nuestras casas. Esa falta de cotidianidad en la oficina, la verdad que la extraño un poco. Entonces me parece que estamos yendo por el mejor camino que se puede ahora y sentando un precedente de todo lo que se puede hacer.
CF: ¿Qué te gustaría que se trabaje para el colectivo no binarie desde el Ministerio?
Ame: A mí me interesa mucho el tema de los sistemas informáticos. Que toda la cuestión burocrática sea un poco más sencilla para nosotres. Entiendo que es un montón de trabajo y lo ví a escala micro en el Hospital Italiano. Lo difícil que es cambiar los nombres. Pero está en la ley. La ley de identidad de género está escrita. Entonces, a nivel personal me interesa hacer cumplir la ley, ayudar, colaborar; y a nivel Ministerio me parece que es una deuda.
Quiero que se trabaje para nuestro colectivo lo mismo que para todes les oprimides. O sea, garantizar los derechos básicos. Hay también una cuestión más bien reparatoria. A veces se necesita para las personas que están en situaciones realmente muy, muy extremas de abandono, de abandono estatal. Me parece que hay que empezar por ahí, por las personas que más atrás quedaron y que están más oprimidas por todas las intersecciones. Vamos a ocuparnos de quien está realmente ahora pasándola muy mal, que no tienen lugar para vivir, que vive en una situación de inseguridad y violencia, que le falta comida, que no ha podido terminar los estudios. Para mí hay que empezar por ahí. Más allá de no binarie y trans, si no también por ejemplo migrantes. Pensar también en personas con discapacidades. Hay muchos colectivos que no estamos tomando en general en consideración. Y no están hablando. También hablamos por elles. Entonces, ¿qué tienen para decir? Probablemente nos sorprendan y siempre nos van a enseñar. Me parece también que hay que dar voz, visibilizar y generar acciones, realmente políticas públicas no solamente a corto plazo y para apagar incendios, sino también a mediano y largo plazo. Lo ideal sería no necesitar un Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad. Sino que realmente esté transversalizado en todos los ministerios. Pero para eso necesitas mucha planificación a largo, mediano y corto plazo, y seguimiento y evaluación y multiplicar agentes de conocimiento. Que de repente eso también se tenga en el interior de diferentes comunidades y empiecen a generar su propio conocimiento. Que se visibilice,que las comunidades empiecen a hablar entre sí, que se empiecen a poder autogobernar y autogestionar. También sacarle el lugar paternalista al Estado. Esto es algo que aparece en la epidemiología crítica. Las personas aunque estén en una situación de vulnerabilidad tienen potencia y tienen poder. Creo que acá me escapo muchísimo de lo que puede hacer un ministerio, yo soy un poco idealista y optimista. Pero me parece que está bueno tener a los ideales ahí lejos.
Foto: Agencia NA
CF: Sería como un ministerio que va a estar en contacto con todes, porque para escuchar estas voces tiene que acercarse a ellas. ¿Eso cómo se hace?
Ame: Eso es lo que yo quería para el Ministerio. Para la implementación se suelen hacer foros o tener personas, actores clave en territorio que puedan hablar y representar. Pero bueno, también hay que tener cuidado de que no sean siempre las mismas personas, porque la reproducción del poder patriarcal está tan metido en la sangre que es muy difícil. Nosotres estamos desde un lugar académico, de mucha lectura o vivencia. Pero en general, te alejás un poco y hay un mandamás que decide qué van a hacer las mujeres y niñes de tal lugar. No solamente en nuestro país. Es una cuestión de mandato que organiza a las sociedades y el sistema. Por ejemplo, el cupo es una acción que está buena para tener igual cantidad de mujeres y hombres, pero hay que tener en cuenta que hay otras identidades. El tema es la urgencia, yo soy sólo una persona. Dentro del Ministerio yo no decido, pero puedo aportar desde mi lugar mi visión.
Escribir y hablar, usando lenguaje participativo, de una manera que contemple más a todas las personas y que sea siempre desde un lugar de garantizar derechos, visibilizarnos y tratar de abrir un poco la cancha. Los feminismos y transfeminismos venimos a decir que capaz hay que hacer todo de vuelta. Tampoco una cuestión destructiva pero sí ponernos a pensar, ver qué cosas se pueden usar y que no. Pero bueno, esto escapa de mi ejercicio de poder. En lo que yo hago puedo comentar y dar mi opinión, y por suerte, alguien la escucha. Eso es hermoso. Que haya un lugar para dar tu opinión es un privilegiazo! Incluso más en lo que es salud. Salud está gobernada por médicos hombres en general. Yo ya me corrí un poco de lo que es la salud. Siempre me interesaron cuestiones más comunitarias, de salud pública y educacionales. Estuve también en la Villa 1-11-14, por ejemplo, con cuestiones más bien de territorio. Siempre escapándole a la clínica, que me parecía como un lugar muy burgués, como del uno a uno. Sentía que no iba a generar cambio en la sociedad en el uno a uno con mi cuerpo y mi tiempo, Igual, ¿quién soy yo, no?. Sentía que en ese momento no podíamos ser otra cosa. También como psicólogues que se nos encasilla un poco en ese lugar y es un mandato también de cómo tenemos que ser les psicólogues, que en general son todas mujeres y son LOS psicólogos. Resaltar que las personas que estudian Ciencias Sociales nos podemos meter en un montón de lugares. Además, todo lo que es la informática, algoritmos, cómo se trabajan las bases de datos, todo eso está muy sobrerrepresentado por hombres. Meternos también ahí es súper necesario y valorado.
CF: Recién dijiste la frase el lenguaje participativo. Yo tenía entendido que era lenguaje inclusivo…
Ame: Este año hicimos un encuentro plurinacional no binarie y charlamos sobre esto. Políticamente participación nos gusta más. Yo no quiero que nos incluyan, yo quiero participar, quiero ser parte. En un punto es como el cupo, es necesario que ciertas personas con privilegio te den el lugar. Ese es el juego de los privilegios también. Por ejemplo, este privilegio que tengo ahora de hablar. Intento visibilizar otras poblaciones. Para que en el futuro no sólo me pregunten a mi sino a la persona que tenés al lado. Entonces el lenguaje inclusivo está en ese lugar en que personas con privilegio te incluyen. Pero queremos ser parte. Y estamos siendo parte, cada vez más. Pero falta un montón. Estamos llegando las personas que tenemos más privilegios, pero falta, por ejemplo, les pobres. Las personas que tienen necesidades básicas insatisfechas no están siendo en general muy representadas en los ministerios. En ningún ministerio. O personas con discapacidades. No estamos pensando en la accesibilidad para todes todo el tiempo. Entonces por eso es necesario.
Yo creo que la creación de este Ministerio en este momento hace que nos preguntemos.
CF: Para cerrar, ¿te gustaría decirnos cómo se pueden contactar con vos aquelles que lo deseen? ¿Te gustaría agregar algo más?
Quiero agradecerles a ustedes el cambio de nombre de su colectiva. Antes eran MujerEs Ciencia. Me parece que es re importante esto, considerar otras identidades por más que se identifiquen todas como mujeres cis. Conocernos y abrirnos teniendo ese lugar, invitar, participar. Decir: Entrá y participá y hablá y contanos qué onda. Porque sino nos quedamos siempre con los mismos discursos y no nos preguntamos mucho de dónde venimos y hacia dónde vamos. Creo que esta pandemia también nos dio para pensar en que capaz tenemos que pensar en otras opciones más sustentables, en el amplio espectro y creo que esto es parte de ello.
Para contactarse conmigo puede ser por instagram @ame.botto. Mi contenido es muy de mi vivencia y del día a día. Twitter que también uso, pero medio poco @ame.botto. En linkedin soy Ameleo Botto.
Me encantaría poder dar trabajo pero por suerte está @contratatrans, en instagram. Que están haciendo un montón de trabajo justamente para personas o instituciones que estén escuchando esto y necesiten contratar personas trans o bien alguien que esté buscando.
Y respecto a otras cuentas, me parece que Louis Yupanqui (@louis.yupanqui), por ejemplo, es un activista trans y afrodescendiente que a mí me enseñó un montón de cuestiones de privilegio blanco, que al estar viviéndolo no lo notás. Siempre estamos oprimiendo a alguien y estamos siendo oprimides por alguien. Pueden acercarse también a la página @todescondni que estamos también activando para que nos tomen en cuenta. @soyciguapa, @afrofeminas. Yo estoy ahora muy con el tema de notar mi lugar de privilegio blanco porque es lo que sentía que me faltaba visibilizar para ir más hacia la honestidad y tratar de ser mejor persona. Notar que hay prácticas que hacemos que han sido también socialmente impresas para reproducir el sistema que nos hace mal. Cuanto más abiertes estemos, mejor. Pienso también en @marlenewayar y todas las travas.
Cualquier cuestión, sepan que estoy súper disponible porque me parece que es importante multiplicar y escuchar todas las voces. Mi cuenta es abierta y cualquiera puede mandarme un mensaje. Así que por supuesto estoy disponible para cualquier necesidad y estoy para colaborar con lo que necesiten.