Silvia Rivera Cusicanqui

Silvia Rivera Cusicanqui

“Nada sería posible si la gente no deseara lo imposible”



Silvia Rivera Cusicanqui es socióloga, historiadora, académica y activista de orígenes aymara, aunque ella se refiere a sí misma como “sochóloga”: una mezcla entre chola y socióloga con el que alguna vez intentaron desacreditarla, aunque ella se apropió del término.

Nació en Bolivia en 1949. A mediados de los años setenta su militancia con el movimiento katarista-indianista, reivindicador de la identidad originaria, le valió primero la clandestinidad y luego la cárcel y el exilio en México, Colombia y Argentina. Posteriormente estuvo involucrada en los reclamos por la despenalización de la coca. En 1983 fundó el Taller de Historia Oral Andina, desde donde exploró la vertiente comunitaria y anarquista de las luchas de los pueblos de la región. Durante más de 30 años se ha desempeñado como docente en la Universidad Mayor de San Andrés, en donde es actualmente profesora emérita.

Silvia es reconocida por sus estudios sobre la descolonización, desde donde ha profundizado el entendimiento de sus propios orígenes y de sus antepasados. Sus investigaciones sobre identificación indígena apelan al reconocimiento de los pueblos latinoamericanos e incluyen la perspectiva feminista, ya que encuentra paralelismos entre los aspectos patriarcales y colonizadores.

Actualmente desarrolla su tarea docente en el espacio político y cultural El Tambo, desde donde crea el grupo Colectivo Ch´ixi. El concepto de Ch´ixi que defienden Silvia y su colectiva refiere al vocablo aymara que nombra el fenómeno donde los opuestos se entrecruzan y se integran, en relación a la diversidad cultural de lo indígena y lo occidental conviviendo en el mismo espacio y tiempo.

Silvia ha escrito reconocidos libros como “Oprimidos pero no Derrotados”, “Sociología de la Imagen: miradas ch’ixi desde la historia andina”, entre otros. Sostiene su lucha e inspira a las nuevas generaciones, porque dice que la fuerza del deseo de las personas comunes, socializada y colectivizada, es invencible. En sus propias palabras “nada sería posible si la gente no deseara lo imposible”