Norma Merrick Sklarek

Norma Merrick Sklarek

“La arquitectura debería trabajar para mejorar los hogares de las personas, su ambiente de trabajo y los espacios de recreación. Debería ser funcional y agradable, no sólo una imagen del ego de los arquitectos.”



Norma Merrick Sklarek nació en Harlem, Nueva York en 1926. Fue la primera mujer afroamericana en conseguir licenciarse oficialmente como arquitecta en esa ciudad (y de las primeras en USA en general) y la primera mujer afroamericana en ser elegida como socia del Instituto Americano de Arquitectxs.

Hija única de un matrimonio de inmigrantes, pudo acceder a una de las más exclusivas escuelas públicas de la ciudad. Debido a su gran talento para el arte y las matemáticas, su padre le sugirió que estudiara arquitectura, cosa que efectivamente hizo entre los años 1945 y 1950 en la Universidad de Columbia. Cursando en época de posguerra, tenía muchos compañeros veteranos y la competencia era salvaje. Perseveró a pesar de tener que hacer casi todo sola, cuando lo común era la colaboración entre colegas. Luego, fue rechazada en 19 firmas: “No contrataban mujeres ni personas afro-americanas, no sé cuál de las dos cosas influía más en mi caso.”

Luego de 4 años trabajando para el Departamento de Obras Públicas de Nueva York, donde sentía que sus habilidades no eran aprovechadas, decidió dar el examen para licenciarse como arquitecta, pasándolo a la primera vez y siendo la primera mujer afroamericana en lograrlo. Finalmente fue contratada por la firma Skidmore, Owings & Merrill, donde trabajó 5 años.

En 1960 se mudó a Los Ángeles a trabajar en la firma Guren y Asociados, donde estuvo dos décadas. Allí no se libró de los sesgos discriminatorios raciales y de género por parte de sus jefes y colegas. A pesar de eso, logró en 1966 convertirse en la primera directora afroamericana de la firma. Allí llevó adelante numerosos proyectos de gran envergadura, como la Embajada de Estados Unidos en Tokyo. Sin embargo, no figuraba en casi ninguno como diseñadora, sino como “project manager” y muchas veces su nombre se mantenía incluso escondido a los clientes. Este fenómeno era muy común para todas las mujeres arquitectas de la época.

Entre 1980 y 1984 trabajó en Welton Becket y Asociados como directora del mega-proyecto de construcción de la Terminal 1 del aeropuerto de Los Ángeles.

En 1985 abrió su propia firma, Siegel, Sklarek and Diamond, con dos socias, Margot Siegel y Katherine Diamond, siendo la mayor firma liderada por mujeres de la época. Sin embargo, se fue 4 años después porque no lograban ganar licitaciones y concursos para grandes proyectos y extrañaba ese tipo de desafíos.

Entre 1989 y 1992, el año de su retiro, se unió a la Jerde Partnership para trabajar en el diseño y obra del Mall of America en Minneapolis, Minnesota.