Ana María Gayoso

Ilustración: Yael Ponieman (@atelier.by.po)

Ana María Gayoso

Ana María Gayoso nació en 1948 en La Plata. Se crió en un hogar sostenido económicamente por su madre. Estudió para ser maestra, pero desde niña se interesó en el universo de las plantas. Por sugerencia de una maestra practicante de su escuela decidió estudiar botánica en el Museo de La Plata, ingresando en el ámbito de la ciencia.

En el Museo se recibió con el mejor promedio de su promoción. Siempre se destacó por su seriedad, inteligencia y chistes ácidos. Pero también por su compromiso y entrega. Además, sabía que estaba en las manos de les jóvenes el buscar un mundo mejor, desde el lugar en que ocupaba en la sociedad. Eso la llevó a un camino de militancia social y universitaria.

Cuando llegaron los años de la última dictadura y militar, Ana María y su familia (estaba casada y tenía tres hijas menores de cinco años) decidieron dejar la ciudad de La Plata, ya que se había vuelto peligrosa debido a su militancia. Se mudaron a Bahía Blanca, donde apareció la posibilidad de ingresar al CONICET para Ana María.

Ana María logró la posición para investigar en el IADO, haciendo un doctorado financiada por CONICET. Para conseguir el puesto, tuvo que entrevistarse con un importante jefe del CONICET. En la entrevista habló de la importancia de investigar sobre el Mar Argentino y de explorar la biodiversidad del mismo. Conocer la vida de nuestros mares, es una expresión de soberanía. Ana María proponía explorar las formas de vida en el mar y buscar marcadores de productividad y contaminación. Luego de preguntarle si iba a poder realizar las investigaciones y llevar adelante la vida familiar, el entrevistador accedió a otorgarle la posición a Ana María.

En el IADO comenzó a estudiar el fitoplancton del Estuario de Bahía Blanca, material con el cual hizo su tesis doctoral dirigida por la DraElsa Lacoste de la UBA. Esto le significó mucho esfuerzo, ya que una o dos veces por mes viajaba a Buenos Aires. Finalmente se doctoró en 1980.

En 1983 ganó una beca posdoctoral para seguir con su formación en el Narraganset Bay Campus School of Oceanography, bajo la dirección del oceanógrafo Theodore Smayda. Ella y su familia se mudaron a Estados Unidos durante ese período de tiempo. En su estadía en el Bay Campus descubrió el alga Thallasiosira solitaria. Este descubrimiento fue un hito en su carrera.

En el año 1985 ella y su familia volvieron a Argentina. En 1994, se radicaron en Puerto Madryn, donde Ana María esperaba continuar con sus investigaciones, luchando por conseguir subsidios y los insumos para montar un laboratorio. Ese año también le encontraron al tumor de mama que causó su muerte en el año 2004 a la edad de 55 años.

Ana María dedicó sus últimos años a estudiar la marea roja. Buscando aportar a la oceanografía conocimientos de Biología Molecular. Fue una persona muy querida y respetada por todas las personas que trabajaron con ella.