Ilustración: Rachel Ignotofsky (@rachelignotofsky)
“Nunca tengo miedo, porque he visto tantas erupciones en 23 años que aunque mañana muriera, no me importaría". Katia Krafft (1942 - 1991).
Katia Krafft fue una mujer aventurera y amante de la geología durante toda su vida.
Nació en Guebwiller (Francia), el 17 de abril de 1942. De niña le encantaban los volcanes y viajó con sus padres a ver algunos de ellos, como el Etna y el Estrómboli. Estudio en la Universidad de Estrasburgo, especializándose en física y geoquímica, y consiguió su primer trabajo como vulcanóloga de sitios activos. Este trabajo tuvo un gran reconocimiento, siendo premiado por la Fondation Marcel Bleustein-Blanchet pour la vocation en 1969.
Fue en la universidad donde conoció a Maurice, compañero de promoción, con quien compartía su pasión. Con él, trabajó y se casó.
Ambos son considerados grandes vulcanólogos por su importante difusión de los efectos de una erupción en vivo. Algunos de sus videos grabados en plenas erupciones, ganaron el Premio de la Sociedad Geográfica de París y el Premio de la Exploración en 1975.
Katia es la creadora del cromógrafo, un analizador de gases portátil y de pequeño tamaño. Eso, junto a la espectacular erupción del monte Santa Helena en 1980, hizo que se especializase en los volcanes de nubes ardientes. Sin embargo, tras la erupción de Nevado del Ruiz, en 1985, y la catástrofe asociada, creó junto a su marido un documental para prevenir los riesgos volcánicos. Este video fue presentado a las autoridades filipinas al inicio de la explosión del Pinatubo, quienes dieron la orden de evacuar la zona, salvando miles de vidas.
El 3 de junio de 1991, Katia y su compañero murieron a consecuencia del flujo piroclástico —una densa nube de gases volcánicos pegada al suelo y material rocoso— que les alcanzó, junto a varias decenas de periodistas.